El rincón del pediatra
Dr. Fernando García-Sala Viguer | Pediatra colegiado Nº 7565
El hecho de que el bebé duerma boca arriba puede acarrear problemas estéticos en algunos lactantes debido al aplastamiento craneal que se produce a nivel occipital por la posición que adoptan ya que no se suelen mover y presionan siempre en un mismo sitio, ocasionando una deformidad que se denomina plagiocefalia (proviene del griego y significa cabeza oblicua) en la que observamos un aplanamiento occipital que contrasta con una prominencia occipital del otro lado. Esta deformidad se da con más frecuencia en los lactantes que presentan algún tipo de restricción en la movilidad del cuello debido por ejemplo a una tortícolis congénita secundaria a problemas en el parto durante el periodo del expulsivo.
No todas las plagiocefalias se deben a problemas durante el parto, podemos encontrarnos este tipo de deformidad en lactantes que permanecen mucho tiempo acostados sobre una superficie más o menos dura, sin cambios posturales rutinarios. Esto hace que el occipital se aplane y ocasione este aspecto tan típico con enrojecimiento de la zona y presencia de una alopecia provocada por el rozamiento. Esto mejora con cambios posturales, utilización de cabezales más blandos, empleo de ejercicios de estimulación cervical que favorezcan el tono del cuello y en general todo tipo de actitudes que reduzcan la presión de la cabeza sobre un punto concreto del cráneo. Este problema tiene fácil solución, sin embargo existe patología ósea por fusión de suturas llamadas craneosinostosis que su único tratamiento es el quirúrgico para liberar las suturas y permitir que el crecimiento craneal sea el adecuado tanto en tamaño como en apariencia.
Para los pacientes afectos de plagiocefalia con aplanamiento occipital recomendamos a partir de los 4-5 meses de vida la utilización de una ortesis de corrección craneal o para que se entienda mejor, un casco, que redireccione el crecimiento del cráneo mejorando la proporción y simetría del mismo. Este sistema permite que las zonas más deprimidas tengan espacio para aumentar y el resto de zonas estén más comprimidas para conseguir a la larga un crecimiento estético adecuado. La utilización del casco precisa de unos principios que los padres deben de conocer: utilizarlo diariamente durante 23 horas, solo quitarlo para bañarlo, el resto del tiempo, incluido el tiempo de sueño, lo mantendrán fijo y deberán de saber que el tratamiento para que sea efectivo se deberá de mantener durante unos 4 meses o incluso más si la ortesis se coloca en lactantes mayores de 7 meses ya que el crecimiento craneal se ralentiza por encima de los 12 meses. La decisión final de retirar el casco será tomada por parte de los ortopedas, neurocirujanos y pediatra que atienda al lactante pero como norma, retiraremos el casco cuando este se quede pequeño para el tamaño de la cabeza del niño y esto suele coincidir con los 4-5 meses de su iniciación.
En la actualidad los cascos que se emplean suelen tener dos capas, una rígida exterior y otra acolchada de foam de polietileno en la parte interior. Debe de mantener una estructura lo menos pesada posible y que agobie poco al niño por lo que utilizaremos perforaciones en lugares donde no precise presión como es la parte superior en la que tendrá un agujero de casi el 50% del casco y pequeñas perforaciones en diferentes lugares para conseguir el mismo objetivo siendo fundamental que el dinamismo del casco no limite el crecimiento craneal sino que lo dirija, adaptándose al crecimiento continuo del bebé.
Como conclusión en importante el que el bebé duerma boca arriba o de la lado pero el ciertos momentos del día, cuando esté despierto deberemos de colocarle boca abajo para que ejercite su tono cervical, movilice la cabeza de un lado a otro de forma intencionada ante la presencia de estímulos adecuados como ruidos con sonajeros, voces, luz, etc. lo que a la larga beneficiará su musculatura cervical con una sujeción adecuada de la cabeza lo que le permitirá poder moverla sin dificultad cuando esté dormido lo que a la larga evitará la presencia de la deformidad craneal antes descrita.